La evolución de los sistemas alimentarios rumbo al 2030 se encuentra con obstáculos y patrones esenciales que precisan atención inmediata. Una investigación reciente llamada «Gobernanza y resiliencia como puntos de inicio para la transformación de los sistemas alimentarios en la cuenta atrás hasta 2030», presentada en Nature Food, proporciona un análisis detallado de 50 indicadores globales desde el año 2000, clasificados en cinco temas principales:
- Dietas, nutrición y salud
- Medio ambiente, recursos naturales y producción
- Medios de vida, pobreza y equidad
- Resiliencia
- Gobernanza
De los 42 indicadores con datos accesibles a lo largo del tiempo, 20 han evidenciado mejoras notables. Entre los logros más destacados se encuentran el incremento en el acceso a agua potable de calidad, una mayor disponibilidad de hortalizas y los avances en la conservación de recursos fitogenéticos y zoogenéticos. Estos elementos son claves para fortalecer la capacidad de los sistemas alimentarios ante crisis climáticas y otros desastres.
No obstante, siete indicadores muestran retrocesos significativos, como el aumento de la volatilidad en los precios de los alimentos, el debilitamiento de la responsabilidad gubernamental y una menor participación de la sociedad civil. Estos factores generan incertidumbre y desafían la estabilidad de las políticas en un entorno global cada vez más complicado.
Sin embargo, siete indicadores presentan retrocesos importantes, como el incremento de la volatilidad en los precios de los alimentos, el debilitamiento de la responsabilidad gubernamental y una menor participación de la sociedad civil. Estos factores generan incertidumbre y desafían la estabilidad de las políticas en un contexto global cada vez más complejo.
Jessica Fanzo, quien lidera la Iniciativa Alimentos para la Humanidad de la Universidad de Columbia, subraya la importancia de una reforma completa de los sistemas alimentarios frente a la «sindemia» de desnutrición, enfermedades alimentarias y cambio climático. «Este estudio es fundamental porque nos da la capacidad de evaluar la rapidez del cambio y dirigir las acciones requeridas para gestionar lo que medimos», señala Fanzo.
Jessica Fanzo, directora de la Iniciativa Alimentos para la Humanidad de la Universidad de Columbia, enfatiza la urgencia de una reforma integral de los sistemas alimentarios ante la «sindemia» de desnutrición, enfermedades relacionadas con la alimentación y cambio climático. «Este estudio es crucial porque nos permite medir la velocidad del cambio y orientar las acciones necesarias para gestionar lo que medimos», afirma Fanzo.
- Dietas, nutrición y salud
- Medio ambiente, recursos naturales y producción
- Medios de vida, pobreza y equidad
- Resiliencia
- Gobernanza
De los 42 indicadores que poseen datos históricos, 20 han exhibido avances significativos. Entre los logros más destacados se encuentran la mejora en el acceso a agua potable de calidad, el aumento en la disponibilidad de vegetales y los progresos en la conservación de recursos fitogenéticos y zoogenéticos. Estos elementos son esenciales para reforzar la capacidad de los sistemas alimentarios ante crisis climáticas y otros desastres.
Sin embargo, siete indicadores presentan retrocesos importantes, tales como el incremento en la volatilidad de los precios alimentarios, el debilitamiento de la responsabilidad gubernamental y una menor implicación de la sociedad civil. Estos factores generan incertidumbre y complican la estabilidad de las políticas en un contexto global cada vez más complejo.
El informe destaca cómo los cambios en ámbitos como la gobernanza y la calidad de las dietas afectan a otras áreas, enfatizando la importancia de enfoques integrales y multisectoriales. Los casos de estudio en Etiopía, México y los Países Bajos muestran cómo estas interacciones se manifiestan en distintos contextos locales, brindando lecciones valiosas para la adaptación y mejora de los sistemas alimentarios a escala mundial.
La modificación de los sistemas alimentarios hacia el 2030 encuentra retos y tendencias esenciales que requieren atención urgente. Un estudio reciente titulado «Gobernanza y resiliencia como puntos de entrada para transformar los sistemas alimentarios en la cuenta regresiva hasta 2030», publicado en Nature Food, ofrece un análisis detallado de 50 indicadores globales desde el año 2000, organizados en cinco temas principales:
- Dietas, nutrición y salud
- Medio ambiente, recursos naturales y producción
- Medios de vida, pobreza y equidad
- Resiliencia
- Gobernanza
De los 42 indicadores con datos disponibles a lo largo del tiempo, 20 han mostrado mejoras significativas. Entre los logros más importantes se hallan el aumento en el acceso a agua potable de calidad, la mayor disponibilidad de hortalizas y los progresos en la conservación de recursos fitogenéticos y zoogenéticos. Estos elementos son cruciales para fortalecer la capacidad de los sistemas alimentarios frente a crisis climáticas y otros desastres.
Sin embargo, siete indicadores presentan retrocesos considerables, como el aumento en la volatilidad de los precios de los alimentos, el debilitamiento de la responsabilidad gubernamental y una disminución en la participación de la sociedad civil. Estos factores generan incertidumbre y complican la estabilidad de las políticas en un contexto global cada vez más complejo.